Un equipo internacional de investigadores alerta sobre la necesidad de incorporar en las estrategias y políticas internacionales de conservación la biodiversidad del suelo. Se estima que cada año se pierden alrededor de 24 mil millones de toneladas de suelo fértil en todo el mundo.
¿Se ha curado alguien con una terapia basada en CRISPR? Sí, pacientes de anemia de células falciformes y beta talasemia. ¿Puedo comer un tomate modificado con CRISPR? Tal vez pronto. ¿Qué se ha logrado en biotecnología animal? Ya se han creado cerdos y vacas resistentes a enfermedades, pero aún quedan por resolver cuestiones éticas y de seguridad para que salgan del laboratorio.
La tecnología, desarrollada por un equipo del CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia, está basada en producir de forma rápida y barata grandes cantidades de moléculas de ARN bicatenarios, capaces de neutralizar los genes de las plagas y patógenos de plantas.
Un estudio de la Universidad de Cádiz demuestra que combinar especies con requerimientos muy diferentes entre ellas y con similar capacidad competitiva maximiza la producción de biomasa vegetal.
Un hipotético conflicto nuclear entre estos dos países históricamente enfrentados generaría millones de muertes de inmediato, pero también provocaría una de las mayores pérdidas de alimentos de la historia en todo el mundo durante la década siguiente, más grande incluso que la generada por la crisis climática.
Los habitantes de La Bastida de Totana en Murcia, un yacimiento que data de hace entre unos 4.220 años y 3.550 años, realizaron una gestión intensiva de cultivos y rebaños, como demuestra la primera reconstrucción de la dieta de esta sociedad prehistórica.
La crisis climática afectará en más del 50 % a los cultivos vinícolas incluso si se consigue limitar el aumento de temperaturas a 2 ºC. Sus efectos serán peores con escenarios más cálidos. Pero las consecuencias pueden ser parcialmente reversibles y las pérdidas agrícolas reducirse si se apuesta por la sustitución de variedades de uvas en los cultivos.
El hongo Fusarium oxysporumesses ataca directamente la raíz de las plantas y marchita cientos de cultivos en el mundo. Un equipo de la Universidad de Córdoba ha desarrollado una técnica para ‘engañar’ al patógeno aplicándole de forma artificial una feromona implicada en su reproducción.
Las plantas de tomate emiten un aroma para resistir los ataques de las bacterias. Este compuesto volátil podría ser usado para proteger distintos cultivos frente a infecciones y eventos climáticos extremos, según han demostrado en un estudio investigadores españoles y de EE UU.
Una investigación dirigida desde las universidades de Málaga y Valencia ha desarrollado una técnica para evaluar la erosión del terreno en las explotaciones vitivinícolas, que permite que los agricultores puedan disponer de manera rápida y económica de los datos sobre la erosión de sus explotaciones. Los científicos ya han comenzado a experimentar con otros cultivos injertados como caquis o naranjos.