Una buena estrategia para contribuir a la mejora de los alimentos es la de incrementar su calidad nutricional sin alterar las características sensoriales. A partir de estas premisas, un equipo de investigadores del IRTA ha estudiado la variación de la composición de la grasa en productos cárnicos integrados en nuestros hábitos alimentarios, mediante la modificación de la dieta de los animales.
La industria pesquera suele descartar los hígados de los peces, pero un equipo de investigadores de la Universidad de Almería ha confirmado que son una fuente rica en ácidos grasos poliinsaturados, sustancias beneficiosas para la salud. El hígado de boquerón es uno de los que contiene mayor cantidad.