Las causas que determinan cómo y cuándo envejeceremos podrían estar influenciadas desde el embarazo, según una investigación realizada por el Grupo de Inestabilidad Genómica que dirige el investigador vasco Óscar Fernández-Capetillo en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y que se publica hoy en la revista Nature Genetics.
Embrión del ratón de Seckel creado en el CNIO. Los puntos rojos indican la gran cantidad de daño genético con que estos ratones se desarrollan ya desde el embarazo.
Se debe a la presencia de un contaminante, el mercurio, sobre todo en el pescado azul y pescado en conserva, y en menor cantidad, en el pescado blanco. Científicos de la Universidad de Granada han analizado la exposición a contaminantes ambientales a través del agua, el aire y la dieta, en una muestra formada por 220 niños.
Expertos del Hospital Virgen del Rocío han iniciado un estudio en 30 mujeres con preeclampsia, una enfermedad propia del embarazo que se caracteriza por la presencia de hipertensión arterial y el aumento de proteínas en la orina a partir de la semana 20 de gestación. La investigación pretende demostrar si la ingesta de aceite de oliva induce una menor citotoxicidad en las células endoteliales (células de la pared arterial).
Expertas del Programa de Cría en Cautividad del Lince Ibérico y del Leibniz-Institute for Zoo and Wildlife Research (en Berlín, Alemania) han validado un test de embarazo a partir de muestras de orina y plasma para detectar hembras de lince en estado de gestación. A través de esta técnica, que viene a complementar la más utilizada como el análisis de hormonas en heces, las investigadoras han podido conocer de forma más fiable la detección química de la hormona relaxina, producida por la placenta y ovarios de todos los mamíferos de forma natural durante el embarazo.
Un equipo de investigadores del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Santiago (USC) está logrando avances significativos en la detección del consumo de drogas en mujeres durante el embarazo. Para ello analizan el pelo, tanto de la madre como del bebé, y el meconio (las primeras heces) del recién nacido.