Los modernos programas de ordenador pueden parecer, a primera vista, ejemplos admirables de la mejor tecnología, pero un análisis más profundo los descubre sobredimensionados, lentos y, sobre todo, de pésima calidad. Simone Santini, del Departamento de Ingeniería Informática de la Universidad Autónoma de Madrid, ha publicado en la revista Computer un estudio que pone de manifiesto el ahorro sustancial que se obtendría si se empleasen ordenadores y softwares más simples y manejables.