Un equipo científico ha descubierto la bacteria Thiolava veneris en el volcán submarino Tagoro, que se creó a raíz de la erupción volcánica en la isla canaria de El Hierro, entre finales de 2011 e inicios de 2012. Esta comunidad bacteriana, encontrada a 130 metros de profundidad, forma un extenso tapiz microbiano de filamentos, llamados cabello de Venus, cerca de la cima del Tagoro.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid participan en un estudio internacional que desmonta la teoría de que la mayoría del hierro del Océano Antártico, fundamental para el mantenimiento de los ecosistemas marinos, procede de los icebergs. Sus conclusiones indican que son las aguas de escorrentía provenientes de la fusión de la nieve y el hielo glaciar la fuente principal de dicho hierro en estas aguas.
Investigadores de la Universidad de Córdoba y dos centros portugueses han desarrollado un dispositivo que determina moléculas inorgánicas en bajas cantidades. De momento se han centrado en el hierro, un avance que podría ser útil en sectores como el aceite o el vino.
Hace 1,5 millones de años se produjo una supernova a unos 96 pársecs de distancia en la constelación de Libra, y unos 800.000 años antes lo hizo otra a 91 pársecs en la del Lobo. Su huella en forma de hierro detectado en las profundidades del océano Pacífico, junto con los datos del satélite Hipparcos, confirman ahora que estas explosiones estelares son las más recientes y cercanas a nosotros.
Como los seres humanos, las plantas necesitan hierro para crecer fuertes y sanas. Pero ellas tienen que buscarlo en su entorno más inmediato: el suelo en el que crecen, donde es abundante, pero poco soluble. Los vegetales han aprendido a extraerlo por medio de diferentes estrategias. Una de ellas es a través de una hormona que se activa en situaciones de estrés, llamada etileno, que se podría equiparar en cierto modo a la adrenalina humana. Investigadores de la Universidad de Córdoba describen los mecanismos en los que está implicado el etileno.
Un nuevo pan que incorpora hierro ha sido desarrollado gracias a una tecnología de la microencapsulación aportada por el centro tecnológico AINIA. Mediante este método, se ha conseguido evitar que el pan tenga el sabor amargo del hierro. El proyecto tiene entre sus objetivos paliar enfermedades como la anemia ferropénica, que afecta especialmente a las mujeres en edad de procrear, adolescentes y niños.
Un equipo internacional liderado por investigadores españoles ha sintetizado nuevos núcleos atómicos que sólo se originan en las estrellas y cuya vida ha resultado ser más corta de la previsto. Sus propiedades son esenciales para entender la formación en el universo de elementos más pesados que el hierro.
Investigadores de la Universidad de Burgos han desarrollado un material inteligente que cambia de color según el hierro que lleve un fluido, sea agua, vino o suero sanguíneo. Después, si se fotografía el resultado con una cámara digital, como la de los móviles, se puede cuantificar la concentración de este metal sin necesidad de análisis químicos.