Ejemplares de Mycena silvaelucens, recogidos en un centro de rehabilitación de orangutanes en Borneo, Malasia.
Ejemplares de Mycena luxarboricola, descubiertos en Paraná, Brasil.
Científicos españoles han analizado una serie de hongos asociados a una enfermedad que afecta a las hojas de los eucaliptos del norte de España. El estudio, pionero en España, ha identificado once especies de hongos del género Mycosphaerella, de las cuales siete eran inéditas en España.
Un grupo de investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas -centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Politécnica de Valencia- ha descifrado parte de las estrategias empleadas por las plantas para activar la respuesta adecuada ante situaciones de sequía y el ataque de hongos patógenos. A través de los avances obtenidos se pueden desarrollar nuevos cultivos mejor adaptados a estas situaciones.
El mismo equipo IDIBAPS descubrió las propiedades de otra molécula, CD6, para tratar el choque séptico de origen bacteriano. Junto con CD5, que se aplicaría en infecciones sistémicas fúngicas, estas dos moléculas podrían dar lugar a una nueva terapia biológica combinada para combatir el choque séptico. La posible aplicación de estas moléculas, todavía en fase experimental, ha sido patentada a través de la Fundació Clínic y el AVCRI.
Los hongos secos, un aliado inesperado para la lucha contra el calentamiento global
Los productos naturales se han convertido en una fuente inagotable de nuevas soluciones farmacológicas. En la UMA, un grupo de investigación del Departamento de Química Orgánica está trabajando para obtener resultados que permitan diseñar nuevos medicamentos que combatan enfermedades infecciosas o el propio cáncer.
Un equipo del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC), en colaboración con la Clínica Barraquer de Barcelona, señala los hongos como posibles agentes causantes de retinopatías raras como el AZOOR.
Un equipo de micólogos y dermatólogos ha “curado” a una docena de momias con velas impregnadas en Imalazil. El nuevo método, que se publica en el último número de la 'Revista Iberoamericana de Micología', podría utilizarse también para sanear archivos y bibliotecas.