Científicos de 24 países han analizado 365 muestras de suelo procedentes de diversos ecosistemas de todo el mundo con el fin de profundizar en la diversidad de hongos del planeta, un campo poco investigado hasta la fecha. Para ello han utilizado métodos de secuenciación genómica masiva de última generación.
En la agricultura convencional se utiliza el ácido indolbutírico para enraizar plantas de olivos, pero su uso está prohibido en la agricultura ecológica, según la normativa europea. En este marco, investigadoras de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han obtenido resultados positivos en el enraizamiento de estaquillas de olivo de la variedad cornicabra empleando Terrabal Orgánico, un producto comercial procedente de extractos de cereales y autorizado en agricultura ecológica.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado un método que consigue mejorar el rendimiento de los cultivos poniendo en contacto las raíces, las partes aéreas y el sustrato de la planta con un hongo del género Colletotrichum. La técnica se ha patentado y se ha licenciado a una empresa spin-off de esta universidad.
Innumerables veces M. Teresa Tellería se ha enfrentado a la misma situación: “¿A qué te dedicas?”, le pregunta alguien. “Soy micóloga”, responde ella. Inmediatamente, esta investigadora del CSIC anticipa con inquietud la siguiente pregunta: “¿Y eso para qué sirve?” Entonces Tellería recurre a una frase que leyó hace tiempo en un libro cuyo título no recuerda: “La ciencia es un edificio que se construye con la aportación de muchos pero con el nombre de unos pocos para recordarlos más fácilmente”. Ella estudia los hongos, unos organismos que no pertenecen al reino vegetal ni al animal, sino que tienen uno propio: el reino Fungi.
Investigadores de la Universidad de Salamanca han diseñado y patentado cepas del hongo Ashbya gossypii para que acumulen grandes cantidades de aceite. Después, se puede obtener de este aceite un producto muy valioso para la industria alimentaria: ácidos omega-3.
Concluye con éxito el proyecto VERTIGEN en el que han participado investigadores del ceiA3 en la Universidad de Córdoba y dos equipos estadounidenses de las Universidades de Cornell y del Estado de Pensilvania. Este trabajo ha constatado la evolución genética del hongo que causa una de las enfermedades más ruinosas del sector olivarero europeo.
Una aplicación creada por el CSIC ayuda al usuario, mediante filtros de búsqueda, a identificar hongos en su medio natural. FungiNote cuenta con una base de datos de 150 especies de hongos, que se actualiza periódicamente, y permite crear un cuaderno de campo para compartirlo con el resto de usuarios.
La revista científica The Lancet Respiratory Medicine ha publicado esta semana un estudio que determina, por primera vez, que la exposición a los edredones o almohadones de plumas es una de las principales causas de fibrosis pulmonar idiopática, una grave enfermedad reconocida desde 1940 pero de causa desconocida hasta ahora.
Una original foto, en la que aparecen 70 hongos que se asemejan a una creación culinaria de cocina vanguardista, les valió a Íñigo Zabalgogeazcoa y Salud Sánchez el primer premio de la Categoría General en Fotciencia 2009. El trabajo de Íñigo se centra en la investigación de los endófitos, hongos que viven en el interior de plantas. Mirar por el microscopio y fotografíar cientos de estos microorganismos, algunos de ellos de una gran belleza, forma parte de su trabajo diario.
Investigadores españoles han publicado un artículo en la revista científica PLOS One que ayuda a entender los mecanismos por los que se forma la capa externa de algunas células, conocida como pared celular. La investigación, realizada en un modelo de levadura, podría servir de base para que en un futuro se puedan combatir ciertas infecciones causadas por hongos.