Tras su fallida misión a la Luna, la nave espacial de la empresa estadounidense Astrobotic se incendió este jueves al entrar en la atmósfera terrestre. Dentro viajaban diversos aparatos científicos de la NASA y otras instituciones.
El vuelo de los cuatro tripulantes de Artemis II alrededor de nuestro satélite será en septiembre de 2025, mientras que Artemis III, que enviará astronautas a la superficie lunar por primera vez en más de 50 años, se pospone a septiembre de 2026.
Tras su exitoso despegue este lunes, es muy poco probable que el módulo de aterrizaje robótico Peregrine, construido por la empresa estadounidense Astrobotic, llegue a la superficie lunar debido a “una pérdida crítica de combustible”. A bordo transporta instrumentos científicos de la NASA y otras instituciones.
Tras su despegue en el lanzador de la compañía estadounidense ULA, el módulo de aterrizaje Peregrine, cargado de instrumentos de la NASA y diminutos robots de una misión mexicana, ya viaja hacía la cara oculta de nuestro satélite, donde llegará el 23 de febrero. El cohete también lleva cenizas y muestras de ADN para una empresa especializada en 'enterramientos' espaciales.
En su selección anual de personajes, la revista científica británica ha incluido a cinco hombres y cinco mujeres que han marcado hitos en los ámbitos del espacio, la física, la lucha contra el cáncer, el cambio climático o la conservación del Amazonas, entre otros. La novedad de esta edición es que hay una plaza extra para un no humano: el chatbot de inteligencia artificial generativa creado por la empresa estadounidense OpenAI.
Los 33 motores del gigantesco cohete Super Heavy se encendieron, la plataforma de lanzamiento quedó en buen estado y la nave se separó correctamente del propulsor, aunque al final los dos explotaron por separado. El espectacular despegue fue seguido desde ambos lados de la frontera entre EE UU y México.
Tras la explosión del pasado mes de abril, este sábado está previsto que la compañía SpaceX lance desde Texas (EE UU) el cohete más potente que ha volado nunca. La NASA y otras agencias espaciales estarán muy pendientes de este vuelo de prueba, ya que es la nave que llevará astronautas en próximas misiones a la Luna.
Una enorme colisión entre el antiguo protoplaneta Theia y la Tierra primigenia –Gaia– hace unos 4.500 millones de años podría haber formado distintas regiones en la capa intermedia de nuestro planeta, según sugiere un estudio internacional que ha utilizado simulaciones por ordenador y que destaca en su portada la revista Nature.
Cursos de ciencias, inmersiones en la piscina para simular paseos espaciales, entrenamiento de supervivencia este invierno en los Pirineos, superar la centrifugadora y los vuelos parabólicos forman parte del entrenamiento de este ingeniero español, que también aprende ruso y a poner una vía intravenosa. El objetivo es viajar a la Estación Espacial Internacional entre 2026 y 2030, sin dejar de soñar en poner luego un pie en la Luna.