Un equipo de neurocientíficos del Instituto de Tecnología de Massachusetts ha identificado, por primera vez, una población de neuronas en la corteza auditiva del cerebro humano que responde únicamente a la voz cantada, y no a la voz hablada o la música instrumental.
Un equipo internacional de científicos revela que unos lémures de la selva de Madagascar saben seguir el ritmo musical, lo que supone la primera evidencia de esta habilidad en mamíferos no humanos. Con este trabajo, los investigadores buscan entender cómo se originaron y evolucionaron las capacidades rítmicas de las personas.
Un experto en investigación forestal de Suiza ha desarrollado un método no destructivo para saber si un instrumento musical antiguo es auténtico o una falsificación. La técnica podría ayudar a resolver algunas dataciones controvertidas.
Hoy se celebra el Día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer. Investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya quieren estudiar si, a través de la música, personas con esta patología o deterioro cognitivo pueden optimizar su memoria.
Trasladando el piano, el arpa y los instrumentos de percusión hacia el centro del escenario y llevando los clarinetes, trompetas y flautas a las orillas, más cerca de las rejillas por donde se renueva el aire, se puede reducir la concentración de aerosoles en los conciertos, junto a la siempre necesaria buena ventilación. Investigadores de la Universidad de Utah (EE UU) lo han comprobado con modelos computacionales.
Varios estudios muestran que escuchar melodías o tocar un instrumento han aliviado la carga psicológica de la covid-19 a personas de todo el planeta, proporcionándoles tres beneficios difíciles de lograr en meses de confinamientos y crisis mundial: placer, desahogo de emociones negativas y conexión con uno mismo.
Investigadores austriacos y neerlandeses han encontrado que los algoritmos de recomendación de nuevas canciones, como los que usa Spotify o Last.fm, encuentran más dificultades para encontrar temas que gusten a los amantes del hip-hop, el hard rock o el punk. Apuntan a que puede haber sesgos en los algoritmos para los oyentes de estos estilos musicales.
Las personas que experimentan anhedonia social tienen dificultades para sentir el placer y la recompensa interpersonal derivados de las relaciones sociales. Un grupo de investigación liderado por la Universidad Complutense de Madrid ha demostrado por primera vez la relación entre esta situación y la ausencia de placer por la música, convirtiéndose esta en potencial herramienta para detectar este tipo de anhedonia.
Un grupo de científicos ha explorado las bases biológicas de la música en roedores. Sus resultados muestran que los animales son capaces de reconocer el ritmo musical de una canción, por lo que sugieren que esta capacidad cognitiva debe tener unas raíces evolutivas muy profundas.
Un nuevo estudio describe cómo logramos diferenciar la melodía y el lenguaje hablado. Los resultados podrían mejorar el funcionamiento de los implantes cocleares para la música.