El orbitador TGO de la misión europea y rusa ExoMars ha encontrado por primera vez cloruro de hidrógeno en la atmósfera de Marte, generado con la ayuda del polvo que llega desde las costras saladas de su superficie. También ofrece información inédita sobre la pérdida de agua en el planeta rojo a partir de la relación entre las cantidades de hidrógeno y deuterio.
Tras la llegada de las naves emiratí y china a la órbita de Marte, le toca ahora el turno a la estadounidense, que después de “siete minutos de terror” colocará directamente el rover Perseverance en la superficie del planeta rojo para buscar restos de vida. Resolvemos algunas dudas frecuentes sobre esta nueva misión de la NASA.
La nave ‘Preguntas al Cielo’ de China ha alcanzado la órbita del planeta rojo, donde en mayo o junio lanzará un rover para explorar su superficie. El gigante asiático se convierte así en la sexta potencia espacial que alcanza Marte, tras Rusia, EE UU, Europa, India y Emiratos Árabes Unidos que lo consiguió ayer.
La sonda enviada por los Emiratos Árabes Unidos al planeta rojo se ha insertado con éxito en la órbita programada, convirtiéndose en la primera misión interplanetaria de un país árabe. Su objetivo científico es estudiar los cambios meteorológicos a lo largo de un año marciano.
La Administración Nacional del Espacio de China ha informado de que las maniobras para desacelerar la sonda que ha enviado al planeta rojo se realizarán “en torno al 10 de febrero” para que pueda insertarse en su órbita y, más tarde, en mayo, enviar un rover a su superficie.
Este 9 de febrero está previsto que la sonda de Emiratos Árabes Unidos se inserte en la órbita de Marte, una maniobra con un 50 % de posibilidades de éxito que seguirá de cerca una antena desde Madrid. Si prospera la misión, será la primera que facilitará una visión completa y diaria del sistema meteorológico de todo el planeta.
Las rocas de Marte se podrían clasificar aplicando un análisis estadístico a los datos mineralógicos y químicos que recogerá el rover de la misión europea ExoMars, cuyo lanzamiento está previsto para 2022. El método lo han desarrollado investigadores de la Universidad de Valladolid.
La escasa agua que todavía conserva la atmósfera marciana no está confinada en su capa inferior como se pensaba, sino que asciende a la superior, donde se convierte en hidrógeno atómico que escapa al espacio, según los datos recogidos por la sonda MAVEN de la NASA. El fenómeno se hace más evidente durante el verano austral y las tormentas de polvo del planeta rojo.