En lo que va de año, el fuego ha arrasado miles de hectáreas en el sur de Europa y el norte de África. En España, aunque la extensión de áreas quemadas no parece ir en aumento, los expertos observan menos focos, pero más grandes e intensos, lo cual los hace más peligrosos para la vida y el entorno. Señalan que con las actuales previsiones climáticas, el período de riesgo será cada vez mayor.
El cambio climático podría ser otro factor decisivo para el crecimiento de estos organismos milenarios, según los investigadores. Está probado que si aumenta la temperatura del agua, al año siguiente, las medusas tienen más facilidad para reproducirse en la misma zona.
El jueves continuaban activos una treintena de fuegos en la península itálica, donde varias familias han visto sus casas destruidas. Por su parte, Grecia informa que han sido 594 los incendios registrados durante los últimos diez días en su territorio.
Un estudio del CSIC sobre datos recopilados en Barcelona relaciona la acumulación de agua estancada en el sistema de saneamiento y en fuentes con un mayor número de estos insectos en áreas urbanas.
Entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plásticos terminan en las aguas marinas, lo que resulta en la presencia de millones de partículas de macroplásticos y microplásticos flotando en nuestros mares. Son datos que recoge un nuevo informe de SEO/BirdLife, presentado este jueves durante el Día Mundial de los Océanos.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han evaluado las áreas más vulnerables de los ríos y determinan que el aumento de temperaturas hará que las especies de aguas frías, como la trucha común, reduzcan significativamente su hábitat potencial.
Durante la era Messiniense y obturado el estrecho de Gibraltar, el mar Mediterráneo se evaporó casi por completo, hasta convertirse en un lago salado al que los ríos apenas podían regar. Ahora se conocen nuevos datos de la abrupta inundación que volvió a convertirlo en mar.
Un estudio liderado por el CSIC podría ayudar a prever episodios de llegadas masivas de estos animales marinos. Los resultados muestran que no son capaces de nadar contra las corrientes de agua, por lo que son arrastrados desde su origen hacia nuevos destinos.
Mediante artes de pesca artesanal, en el Mediterráneo se atrapan más tiburones y rayas amenazados en zonas marinas parcialmente protegidas que en las que no existe ningún tipo de protección. Así lo revela un estudio realizado por investigadores italianos, que demandan una mejor gestión pesquera en estas áreas de conservación.