Los osos son uno de los animales más emblemáticos de la Prehistoria, pero se sabe poco de su comportamiento como carnívoros. Ahora, un equipo liderado por arqueólogos catalanes, ha estudiado 17 carcasas comidas por osos del Pirineo de Lleida en la actualidad y ha identificado los patrones de consumición de cadáveres enteros. Después, ha comparado los resultados con las mordeduras y fracturas halladas en restos de cadáveres de animales prehistóricos.
Un oso pardo (Ursus arctos) en Suecia.
Desde hace casi tres años los osos polares se añadieron a la lista de especies en peligro de extinción, cuando su hábitat de hielo comenzó a mostrar un declive constante provocado por el calentamiento del clima. Sin embargo, un nuevo estudio revela que la disminución de los gases de efecto invernadero podría remitir la actual condena a muerte de estos iconos del Ártico, al menos de momento.
Las osas, sus crías y las crías menores de dos años ya emancipadas no dejaron de alimentarse y defecar durante el invierno.