Científicos españoles han descubierto en el yacimiento de Barranc de la Boella (Tarragona) una letrina con excrementos fosilizados de hienas del Pleistoceno. El análisis de estos restos permitirá conocer la alimentación de estos animales y cómo era el entorno en el que vivieron hace cerca de un millón de años. Además, los investigadores han encontrado otros restos de las primeras poblaciones humanas en Cataluña.
La cueva cántabra de La Garma sigue aportando valiosa información sobre el pasado prehistórico de la región y sobre el cambio climático. El estudio más reciente, en el que han participado investigadores de la Universidad de Cantabria, ha permitido reconstruir cómo se desplazaban los vientos y qué presiones predominaban en el sur de Europa, gracias a los datos obtenidos de una de las estalagmitas de la galería inferior de la cavidad.
Un grupo de arqueólogos ha hallado presencia humana hace más de 12.000 años, durante el Pleistoceno tardío, en la cordillera andina al sur de Perú. Se trata del poblamiento a altitud extrema más antiguo documentado en el mundo. El descubrimiento cambia las ideas sobre la adaptación a los ambientes de alta montaña, ya que sugiere que podría haber ocurrido antes de lo pensado.
Científicos españoles y chinos publican en la revista American Journal of Physical Anthropology un estudio sobre dientes fósiles hallados en el yacimiento de Xujiayao (China), que revela la existencia de una población humana “desconocida".
El consumo de caracoles se generalizó a finales del Pleistoceno (hace unos 20.000 años), siendo muy frecuente durante el Holoceno inicial (hace sobre 11.600-8.900 años). Sin embargo, no se conocía con certeza cuándo y cómo fueron incorporados en la dieta humana. Los recientes descubrimientos en la Cova de la Barriada han aportado pruebas irrefutables sobre la selección, preparación y consumo alimenticio de los caracoles terrestres durante el periodo Gravetiense.
Cráneos de hiena rallada y jaguar europeo. / Jesús Rodríguez / CENIEH
Un trabajo de investigadores españoles revela que la discontinuidad de la presencia de homínidos en los yacimientos de Atapuerca (Burgos) hace 600.000 años pudo deberse a la competencia con carnívoros como el jaguar y la hiena. Los científicos han desarrollado un modelo matemático que estima los recursos cárnicos que podían obtenerse de los herbívoros y simular su distribución entre depredadores y carroñeros.
Una investigación que publica hoy la revista Science da a conocer el análisis de 17 cráneos del Pleistoceno Medio hallados en la Sima de los Huesos de Atapuerca (Burgos); entre ellos, siete nuevos. Sus resultados indican que los cambios en la cara fueron los primeros pasos en la evolución del linaje neandertal.
En los últimos años, los yacimientos de Gran Dolina y Sima del Elefante de la Sierra de Atapuerca (Burgos) han sido el origen de importantes hallazgos relacionados con la microfauna. El último, publicado en la revista Paläontologische Zeitschrift, es una musaraña propia del Pleistoceno Inferior, Sorex (Drepanosorex) margaritodon cuyos fósiles se han localizado en los niveles inferiores de la Sima del Elefante. Se trata de la primera vez que esta especie, perteneciente al grupo de los sorícidos o musarañas de dientes rojos, se encuentra en Europa occidental.
La colaboración científica entre el Equipo de Atapuerca y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania) ha hecho posible el hallazgo del ADN humano más antiguo de la historia, según publica la revista Nature. Este material genético está datado en unos 400.000 años –el anterior era de hace menos de 100.000 años– y pertenece a un fósil encontrado en la Sima de los Huesos en Atapuerca (Burgos).