Algunas enfermedades, el abuso de antibióticos y dietas poco saludables reducen la abundancia y supervivencia de las bacterias que favorecen nuestra salud. El desafío consiste en descifrar las interacciones entre las bacterias y nuestro cuerpo a fin de poder cultivar esos microorganismos beneficiosos para reponerlos a través de suplementos de nueva generación.
La administración de unas bacterias con actividad probiótica en modelos animales obesos puede disminuir la inflamación y mejorar los perfiles metabólicos, según indica un estudio liderado por un equipo del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili. El hallazgo podría abrir una vía terapéutica para el tratamiento de enfermedades como la obesidad o la diabetes de tipo 2.
Investigadores de la Universidad de Amberes (Bélgica) han comprobado que algunas bacterias adaptadas a vivir en nuestra nariz tienen la capacidad de bloquear el crecimiento de patógenos y reducir la inflamación. De hecho, las personas con inflamación crónica nasal o sinusitis presentan menor cantidad de estos microorganismos.
Investigadores de la Universidad de Vigo han participado en el descubrimiento de un nuevo tipo de alimento probiótico con una gran capacidad para reducir la hipercolesterolemia y un fuerte poder antioxidante y antiinflamatorio. Los resultados se publican en la revista Food Chemical Toxicology.
Investigadores españoles del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares revelan un nuevo mecanismo de regulación que evita que las bacterias intestinales se diseminen por el organismo y causen inflamación. Su estudio publicado en la revista Immunity identifica un receptor en células inmunitarias por el cual algunas familias de bacterias que habitan en el intestino refuerzan la barrera intestinal.
Investigadores de la Universidad de Almería han probado por primera vez los efectos de cuatro bacterias saludables a nivel intestinal en pacientes con fibromialgia. Los resultados de este estudio piloto revelan que su ingesta fomenta una actitud proactiva para realizar cualquier actividad y reduce la impulsividad en la toma de decisiones. Estas conclusiones se han obtenido tras comparar resultados de diversas pruebas físicas, emocionales y cognitivas de memoria, atención e ímpetu, así como muestras biológicas indicadoras de los niveles de estrés.
Aunque es común encontrar alimentos funcionales que incluyen probióticos en cualquier supermercado, aún no se entienden completamente los mecanismos que generan esos efectos. Investigadores españoles han estudiado en un modelo celular los efectos que tienen las bacterias probióticas que contienen comúnmente algunos alimentos funcionales y han hallado nuevas claves.
Investigadores de la Universidad de Oviedo y el CSIC demuestran que la introducción de bacterias beneficiosas en la microflora de enfermos lúpicos consigue que esta se parezca a la de las personas sanas. El lupus es una enfermedad incurable del sistema inmunitario en la cual este ataca a las células y tejidos sanos, creando un exceso de anticuerpos en el torrente sanguíneo que causan inflamación y dañan articulaciones, músculos y otros órganos.
Científicos del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación han logrado caracterizar 11 bacterias de origen enológico con potenciales propiedades probióticas. El trabajo abre nuevas oportunidades para seleccionar microorganismos con la capacidad de mejorar la fermentación en el proceso de vinificación, y ofrecer además beneficios nutricionales.
Cultivo de bifidobacterias fotografiadas al microscopio de criocongelación y barrido. Imagen: Patricia Ruas Madiedo.