Investigadores de la UNED plantean en un estudio que España produciría con energías renovables la mitad de la demanda energética si se superaran las actuales barreras técnicas y regulatorias. La generación distribuida –de pequeña potencia y cercana al punto de consumo– se convierte en una pieza fundamental en este escenario.
En 2011 el sector eléctrico español generó cerca de 73 millones de toneladas de CO2, un 25 % más que en 2010, según datos facilitados por Red Eléctrica. El aumento se relaciona con la mayor actividad de las centrales de carbón, que doblaron su producción el año pasado, y la menor contribución de otras fuentes de energía “limpias”, en especial la hidráulica. La demanda bruta de energía eléctrica en la Península se ha reducido un 2,1%.