ARSAT-1 es el primer satélite geoestacionario desarrollado en Latinoamérica. Lanzado por Argentina hace apenas un mes, ya ofrece servicios de telecomunicaciones para el Cono Sur y supone el primer paso de un plan más ambicioso para contar con un sistema espacial que contribuya al desarrollo social y económico del país. Pero no faltan las críticas sobre la propaganda política del proyecto.
Trabajos de construcción del satélite argentino. / ARSAT
La Agrupación Aeroespacial de la Universidad de Vigo participa en el desarrollo del que será el primer satélite del programa SERPENS, Sistema Espacial para Realizaçao de Pesquisas e Experimentos com Nanossatélites, un proyecto financiado por la Agencia Espacial Brasileña cuyo objetivo es facilitar el acceso al espacio de las universidades del país.
Investigadores de la Universidad de Vigo han diseñado el satélite FemtoXat, de poco más de 300 gramos. Su fabricación íntegramente con impresión 3D en metal y polímero, su compatibilidad con el estándar cubesat para minisatélites y la extrema miniaturización de sus componentes lo convierten en diferente a cualquiera de los existentes.
Tras el susto inicial, por una peligrosa aproximación a una chatarra espacial, el nuevo satélite europeo Sentinel-1A ya ha presentado sus primeras imágenes, que muestran desde la evolución de los glaciares en la Antártida hasta desbordamientos de ríos en África, emisiones de fuel en el Mar del Norte o las cosechas del valle del Ebro. Toda esta información, muy útil para vigilar el estado del planeta y predecir los desastres naturales, se consigue gracias a un potente radar, según explica el director del proyecto, el ingeniero aragonés Ramón Torres.
Ilustración del satélite cartografiando la Vía Láctea / ESA–D. Ducros.