Esta astrofísica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) está empeñada en observar un planeta extrasolar parecido al nuestro y, para poderlo ver, su sueño es desplegar un enorme ‘girasol’ en el espacio que oculte la cegadora luz de su estrella anfitriona. Es una de las aventuras en las que está embarcada y que cuenta en su último libro, Las luces más diminutas del universo, una historia de amor, dolor y exoplanetas.