Un grupo de investigadores de varias instituciones de Euskadi y Navarra ha realizado un estudio paa determinar cómo afecta el cambio clímático a la variedad de uva Tempranillo. Los expertos han investigado el comportamiento de las vides en condiciones de más temperatura, mayor presencia de dióxido de carbono, y más sequedad. El resultado es un mosto con menor contenido de antocianos, lo que da lugar a vinos con menor color.
Un equipo de investigación de la Universidad de Salamanca estudia desde hace años el efecto del cambio climático sobre la calidad del vino, que pueden provocan un desfase entre distintos aspectos de la maduración de la uva, como el grado alcohólico y sus características sensoriales. Por ello, los investigadores intentan proporcionar al viticultor herramientas que puedan solucionar el problema. Uno de sus trabajos más recientes pasa por medir y llegar a controlar una de las sensaciones más importantes a la hora de catar un vino: la astringencia.