La Oficina de Patentes de Estados Unidos ha otorgado una serie de patentes sobre la técnica de edición del genoma CRISPR-Cas9 al Broad Institute. Este centro mixto del MIT y la Universidad de Harvard mantenía un litigio por la autoría con la Universidad de California desde hace más de un año. La tecnología tiene un potencial lucrativo de unos 45.000 millones de euros.