Científicos japoneses han descubierto una enorme estructura arqueada e inmóvil sobre la atmósfera de Venus con la ayuda de la sonda Akatsuki. Los investigadores creen que se podría generar en zonas atmosféricas más bajas por la presencia de sistemas montañosos.
Los vientos de la la gran corriente en chorro que circula por la atmósfera ecuatorial de Saturno alcanzan velocidades de 1.100 km/h en zona alta pero llegan hasta los 1.650 km/h a unos 150 km de profundidad. Es uno de los nuevos y valiosos datos que han conseguido investigadores de la Universidad del País Vasco tras analizar la estructura de la potente corriente del gigante gaseoso con la ayuda del telescopio espacial Hubble.
La tenue atmósfera de dióxido de azufre de la luna Ío se congela y condensa sobre su superficie cuando Júpiter pasa por delante del Sol, pero luego esa capa gaseosa vuelve a aparecer cuando el satélite sale de la sombra del planeta gigante. Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía y otros centros internacionales lo acaban de descubrir con las observaciones del telescopio Gemini.
Las plantas pueden crecer más rápido a medida que aumentan las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera, pero solo si tienen suficiente nitrógeno o si se asocian con hongos que las ayudan a conseguirlo, según una nueva investigación publicada en la revista Science, liderada por un español en Londres.
Las condiciones del clima no contaminado de la época preindustrial pudieron ser más nubosas de lo que se pensaba hasta ahora, según los datos del experimento CLOUD del CERN. Los resultados revelan que los llamados vapores biogénicos emitidos por los árboles son claves en el crecimiento de las partículas (aerosoles) hacia tamaños donde pueden generar nubes.
Hasta ahora se pensaba que no había oxígeno en la atmósfera de la era Arcaica, hace más de 2.500 millones de años, pero en el lecho de un antiguo lago australiano se han encontrado esférulas cósmicas que desmienten esa teoría tan aceptada. Los análisis químicos de estas cenizas revelan que atravesaron una capa atmosférica superior rica en oxígeno hace 2.700 millones de años.
Los astrofísicos han conseguido analizar por primera vez la atmósfera de un exoplaneta de la clase de las supertierras, por su masa superior a la de la Tierra pero sin llegar a ser un gigante gaseoso. Con los datos del telescopio espacial Hubble y una nueva técnica de análisis, se ha podido comprobar que el exoplaneta ‘55 Cancri e’ tiene una atmósfera seca compuesta de hidrógeno y helio, pero sin rastro de vapor de agua.
Los astrónomos acaban de descubrir un nuevo exoplaneta, llamado GJ 1132b, en nuestro vecindario cósmico, a ‘solo’ 39 años luz de distancia. Aunque probablemente es inhabitable, este planeta presenta un tamaño muy parecido al de la Tierra, también es rocoso y está lo suficiente cerca como para que se pueda estudiar su atmósfera.
Las imágenes animadas de tormentas atmosféricas, el cambio climático y la temperatura del océano se proyectan en su superficie y se emplean para explicar lo que a veces son procesos ambientales complejos. / NOAA