El observatorio LIGO en EE UU ha conseguido detectar por primera vez las ondulaciones en el tejido del espacio-tiempo, llamadas ondas gravitacionales. El descubrimiento confirma una predicción de la teoría de la relatividad de Einstein y abre una nueva vía para investigar el universo. La primera onda gravitacional observada se llama GW150914, y los científicos piensan que es fruto de la fusión de dos agujeros negros.
El 25 de noviembre de 1915, Albert Einstein presentó la formulación definitiva de su teoría de la relatividad general, introduciendo el misterioso concepto de la curvatura del espacio-tiempo. Con la ayuda del físico Roberto Emparan, profesor ICREA de la Universidad de Barcelona, nos adentramos en los entresijos de esta teoría, que superó a su creador al plantear la existencia de objetos en los que no creía: los agujeros negros.
Cuando una estrella colapsa formando un agujero negro, se produce una singularidad espaciotemporal donde no funcionan las leyes de la Física. En 1965 Sir Roger Penrose presentó un teorema donde relacionaba esa singularidad con las denominadas ‘superficies atrapadas’, que encogen con el paso del tiempo. Ahora se celebra el aniversario de aquel planteamiento, uno de los resultados de la teoría de la relatividad general.
El 18 de abril de 1955, justo hace ahora 60 años, murió Albert Einstein, el científico más popular del siglo XX. El aniversario coincide este año con el centenario de su teoría de la relatividad general, que presentó en 1915 ante la Academia Prusiana de las Ciencias. Tres físicos españoles valoran para Sinc la figura de este genio y su famosa teoría, que cambió para siempre nuestra visión del espacio, el tiempo y el universo.
Este científico es conocido por el gran público por su best-seller Breve Historia del Tiempo. / Wearbeard
En noviembre de 2012, hace ahora dos años, los telescopios gemelos MAGIC de La Palma, en Canarias, registraron enigmáticas llamaradas de rayos gamma tan rápidas que violarían las leyes de la física, producidas durante pocos minutos en las cercanías de un agujero negro supermasivo. Ahora, los científicos piensan que se originaron por un mecanismo similar al que produce los relámpagos en la Tierra.
Esta semana la revista Nature publica un artículo que aclara el misterio de las fuentes ultraluminosas en rayos X. Analizando la fuente ULX P13, un grupo de investigadores internacionales con la participación del Insituto de Astrofísica de Canarias, ha descubierto que este objeto emite mucha energía porque alberga un pequeño agujero negro que 'come' diez veces más rápido de lo esperado, lo que explica su potente brillo en rayos X.
Simulación de la fuente ultraluminosa ULX P13. / Imagen de Tom Russell (ICRAR) con software de Rob Hynes (Louisiana State University)
Un equipo de astrofísicos coordinado desde Australia ha analizado las emisiones energéticas de un agujero negro que crece en la galaxia M83. Los resultados revelan que estos misteriosos objetos, aunque sean pequeños, pueden aportar al entorno gran cantidad de energía mecánica a través del viento y los chorros que generan.