Investigadores españoles han detectado restos de fármacos, sustancias estimulantes y otros compuestos derivados de la actividad humana en aguas interiores y litorales antárticas. Los científicos urgen medidas más efectivas para reducir su impacto en el medio ambiente.
Investigadores de la Universidad de Granada lideran un proyecto internacional, llamado GOLETA, donde analizarán las propiedades eléctricas del manto terrestre profundo bajo el continente helado. El trabajo ayudará a conocer mejor los procesos de hielo y deshielo que condicionan las variaciones del nivel del mar a escala global.
Las poblaciones de barbijo aportan al océano más de 500 toneladas anuales de este metal a través del guano. Los resultados de una investigación, liderada por Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía del CSIC, ayudarán a entender la influencia de esta especie en el funcionamiento ecológico las aguas superficiales del océano Antártico, señalan los autores.
El invierno del hemisferio norte ha sido el segundo más cálido jamás registrado en Europa. Las autoridades climáticas advierten de que los últimos datos indican posibles subidas alarmantes del nivel del mar.
Un potencial colapso del glaciar Thwaites provocaría un aumento de los niveles globales del mar en unos 65 centímetros. Dos estudios publicados en la revista Nature dan a conocer los patrones de deshielo según la topografía de la zona y describen cómo influyen las interacciones entre el hielo y el océano.
Un estudio internacional de más de 400 científicos ha identificado por primera vez una fuente constante de emisiones de neutrinos en la galaxia Messier 77. El hallazgo, que ha detectado estas ‘particulas fantasma’ bajo el hielo del Polo Sur, nos puede ayudar a comprender mejor algunas de las mayores incógnitas del universo, como los agujeros negros.
Aunque la capa de hielo flotante del Ártico está desapareciendo debido al cambio climático, en la Antártida hasta hace poco ocurría lo contrario: se estaba expandiendo. Sin embargo, en febrero, se detectaron los valores más bajos jamás registrados. Es la primera vez que su extensión se sitúa por debajo de los dos millones de kilómetros cuadrados.
Nunca se habían producido anomalías térmicas en ambos polos simultáneamente, lo que supone una clara señal de disrupciones del sistema climático global.
Una expedición internacional ha conseguido localizar a 3.008 metros de profundidad, y en muy buen estado de conservación, los restos del navío con el que Ernest Shackleton trató de cruzar la Antártida a principios del siglo XX. Tras quedarse la embarcación atrapada en el hielo, su hundimiento propició una de las misiones de rescate más increíbles del siglo pasado.