No todos los recuerdos son permanentes. El cerebro los potencia y los desecha en función de la importancia que tengan para nuestra supervivencia y día a día. Es el encargado de valorar qué datos podrán sernos de utilidad en el futuro y hacer hueco para las novedades y el aprendizaje. Sandra Jurado, neurocientífica del CSIC-UMH, explica el proceso a través de una característica fundamental de este órgano: su plasticidad.
Para evitar algunos peligros, las aves emiten llamadas de alarma que son escuchadas también por otras especies de pájaros. Un estudio demuestra que la ratona australiana azul, endémica del sureste de Australia y Tasmania, no solo escucha este canto desconocido, similar a un idioma extranjero para nosotros, sino que también es capaz de reconocerlo y aprenderlo. Son protagonistas de #Cienciaalobestia.
Investigadores de la Universidad de Almería han comparado las funciones cerebrales en niños de 4 y 5 años nacidos entre los 6 y 7 meses de gestación y otros a término para determinar si han existido riesgos inmediatamente antes y después del parto que afecten a su desarrollo cognitivo. Los expertos han utilizado un cuestionario que se cumplimenta con los datos obtenidos al alta hospitalaria y que ayuda a identificar bebés en riesgo.
La generación de nuevas neuronas en el hipocampo humano desciende bruscamente en los niños desde el primer año de vida hasta niveles indetectables en adultos. Un estudio, liderado por la Universidad de Valencia, confirma que la neurogénesis hipocampal adulta es prácticamente inexistente, al contrario de lo que se ha pensado en las últimas décadas. Los resultados publicados en Nature replantean la dirección de los estudios neurobiológicos sobre memoria y aprendizaje
Utilizar las mismas estructuras académicas que se aplicaban hace 20 años impide aprovechar las nuevas y personalizadas formas de aprender que ofrecen los avances tecnológicos. Además, la implementación de nuevas fórmulas en el ámbito educativo está yendo por detrás de las habilidades tecnológicas de la sociedad. Por esta razón, investigadores de la Universidad Internacional de La Rioja plantean aplicar lo que han denominado un enfoque de “aprendizaje transgénico”, que permite alterar el ritmo de evolución de la educación con la introducción de cambios significativos en momentos seleccionados.
Teresa Tarragó colgó hace seis años la bata de laboratorio y creó Iproteos, una firma de biotecnología que ha desarrollado un compuesto para tratar los problemas de aprendizaje de los pacientes de esquizofrenia, contra los que no hay ningún medicamento. Gracias a su tesón, la empresa ha cerrado una ronda de financiación de capital riesgo de 1,5 millones de euros. Su objetivo es llevar el nuevo fármaco al ensayo en humanos, que se iniciará en 2018.
Las hembras de alce adultas, protagonistas de #Cienciaalobestia, son capaces de desarrollar estrategias para esconderse de los cazadores. Según un nuevo estudio, a partir de los 10 años de edad, estos cérvidos aprenden a evitar a sus predadores humanos moviéndose y desplazándose a terrenos más inaccesibles. Además, los científicos han descubierto que el mamífero es capaz de diferenciar entre un arco y un rifle, adaptando su forma de protegerse a las distintas temporadas de caza.
Los monos capuchinos, que habitan la zona central y sur del continente americano, son uno de los primates más inteligentes de Sudamérica. Una nueva investigación revela ahora que sus crías, protagonistas de nuestro #Cienciaalobestia, no son las únicas que acuden a sus compañeros para aprender, también lo hacen los ejemplares más experimentados para adquirir nuevas técnicas.
Un equipo de la Universidad de Sevilla ha analizado los perfiles de los alumnos que llevan un portátil o tableta a clase y las limitaciones para su expansión. Los investigadores indican que el mobile learning se ha convertido en un nuevo paradigma educativo en los países desarrollados. Perio también advierten del posible efecto que un uso inapropiado de estos dispositivos, especialmente de las tabletas, puede tener en el desenvolvimiento académico.
Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra han creado un circuito bacteriano que responde al aprendizaje asociativo: ante un estímulo determinado, las bacterias muestran un comportamiento condicionado. El estudio permitirá avanzar en la ingeniería del microbioma humano, un campo muy útil para el tratamiento de enfermedades complejas.