Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han desarrollado un robot de asistencia quirúrgica ginecológica para operaciones de útero, que incluye sistemas de control de alta precisión.
Con 18 años, Nathan Copeland perdió la sensibilidad en sus manos tras lesionarse la médula en un accidente. Una década después ha logrado recuperar el sentido del tacto gracias a un implante cerebral y un brazo robótico. Investigadores estadounidenses han logrado por primera vez este avance mediante una nueva tecnología de microestimulación de la corteza sensorial del cerebro.
Con solo el pensamiento, dos tetrapléjicos han sido capaces de controlar un brazo robótico para alcanzar y agarrar objetos. Un equipo internacional de investigadores ha conseguido una interfaz de sistemas neuronales que traduce la actividad del cerebro en señales de control para los dispositivos.