Para conocer la caducidad de los alimentos, el sector alimentario realiza estudios de estabilidad que le permite saber la evolución de las propiedades con el paso del tiempo. El centro tecnológico AINIA ha desarrollado una herramienta informática que permite predecir la vida útil de los alimentos poco perecederos, así como comparar entre diferentes lotes y validar su vida útil, con mayor rapidez.
Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad Politécnica de Valencia han realizado un estudio que trata de optimizar el periodo de caducidad, así como los cambios sensoriales (aroma, olor, apariencia, textura…), que experimenta el jamón cocido envasado al vacío cuando se somete a técnicas de conservación como la ionización.
Si existe un postre famoso en Ávila son las yemas de Santa Teresa. Elaboradas únicamente a partir de la yema del huevo y de azúcar, esta golosina lleva siglos endulzando los paladares de los abulenses y de los turistas que cada día regresan a sus lugares de origen con, al menos, una cajita de yemas en la maleta. Pero en todos estos años de vida, los reposteros han tenido que luchar contra un factor determinante: su caducidad. Ahora, ese problema ha finalizado gracias a la última innovación tecnológica del departamento de Investigación y Desarrollo de Yemas de Santa Teresa, la principal productora de este postre a nivel mundial.