Los picos de mortalidad durante las olas de calor son cada vez más frecuentes y acabarán siendo habituales en el futuro. Así lo revela un análisis probabilístico realizado por investigadores europeos, con datos de ciudades como París y Barcelona.
Las altas temperaturas y la ausencia de agua provocan una vegetación más seca y una disminución del alimento para estos animales. Las actuales condiciones climáticas reducen la reproducción y supervivencia de la especie, que se aleja del interior de las zonas urbanas.
En lo que va de año, el fuego ha arrasado miles de hectáreas en el sur de Europa y el norte de África. En España, aunque la extensión de áreas quemadas no parece ir en aumento, los expertos observan menos focos, pero más grandes e intensos, lo cual los hace más peligrosos para la vida y el entorno. Señalan que con las actuales previsiones climáticas, el período de riesgo será cada vez mayor.
El Secretario General de las Naciones Unidas afirma que este mes batirá récords ambientales. Además, identifica al ser humano como principal causante del aumento de las temperaturas.
El jueves continuaban activos una treintena de fuegos en la península itálica, donde varias familias han visto sus casas destruidas. Por su parte, Grecia informa que han sido 594 los incendios registrados durante los últimos diez días en su territorio.
Un estudio del CSIC sobre datos recopilados en Barcelona relaciona la acumulación de agua estancada en el sistema de saneamiento y en fuentes con un mayor número de estos insectos en áreas urbanas.
En Sicilia, unas 2.000 personas han sido evacuadas por los fuegos. Las autoridades sanitarias han pedido a la ciudadanía que permanezcan en sus casas debido a la continua caída de ceniza y a que el humo hace el aire irrespirable.
Un análisis de más de 200.000 muertes por ataque del corazón en China ha encontrado que la combinación de temperaturas extremas y altos niveles de polución por partículas finas dispara el riesgo cardiovascular, especialmente, en mujeres y adultos mayores.
Los expertos de la agencia estadounidense alertan de que 2023 tiene de un 50 % a un 80 % de probabilidades para convertirse en el año más cálido jamás registrado y el 2024 podría ir en la misma dirección. Además, también señalan que los aumentos en las temperaturas de los océanos provocan más fenómenos meteorológicos extremos.
La olas de calor extremo, cada vez más tempranas e intensas, están entre las amenazas climáticas más letales. Se ha calculado que el verano pasado provocaron 60.000 muertes adicionales únicamente en Europa. La Organización Meteorológica Mundial vaticina que estos episodios seguirán aumentando, incluso durante la noche cuando implican más riesgos para la salud humana, afirman los expertos.