Los humanos han alterado tan profundamente la Tierra que la época geológica actual debería llamarse Antropoceno, según algunos científicos, aunque llevan décadas debatiendo sobre cuándo empezó. Un análisis de contaminantes en sedimentos de dos lagos suizos sugiere una fecha aproximada: 1950.
Sartenes, cajas de pizza, ropa y textiles son algunos de los productos que contienen compuestos alquilperfluorados, empleados por su resistencia y estabilidad química. Su exposición a través del aire, el polvo doméstico, el agua potable e incluso la alimentación los convierte en un serio riesgo para la salud humana. Ahora un grupo de científicos presenta el primer mapa de exposición a estas sustancias de la población española.
La creciente presencia de fármacos en las aguas residuales supone un riesgo para la salud y el medio ambiente. Ahora investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid han diseñado un sistema, basado en la descomposición de peróxido de hidrógeno en presencia de catalizadores de hierro magnéticos, que permite degradar estos contaminantes de forma efectiva, económica y ecológica.
En la Antártida, los pingüinos actúan como bioacumuladores y biotransportadores de elementos químicos contaminantes desde los ecosistemas marinos a los terrestres. Altas concentraciones de metales pesados en suelo antártico ponen en riesgo la salud ambiental del entorno. La actividad humana parece tener su parte de responsabilidad. Así lo describen investigadores del Instituto Cavanilles de la Universidad de Valencia en un artículo publicado en la revista PLoS ONE.
Investigadores de la Universidad Pública de Navarra han desarrollado un gel o material híbrido, formado por componentes orgánicos e inorgánicos, que presenta la ventaja de ser muy poroso. Esta característica permite su uso en la detección de contaminantes orgánicos atmosféricos, como el benceno, el tolueno y el xileno.
Sustancias de origen humano y otros componentes químicos como retardantes de llama están cada vez más presentes en la Antártida al llegar a través del vertido de aguas residuales, la incineración de residuos y la generación dispersa de estos restos. Dos estudios analizan la presencia de estos contaminantes en aguas antárticas y advierten de las posibles consecuencias medioambientales.
Investigadores de las universidades Rovira i Virgili (Tarragona) y la Internacional de Florida (EE UU) han creado un sistema para detectar, en bajas concentraciones, los contaminantes procedentes de fármacos y productos de higiene personal que se encuentran diluidos en los ríos, el mar y las aguas de depuradora. La novedad de la técnica, más económica y rápida que las actuales, es el uso de un tela polimérica para retener los contaminantes.
El Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología presenta en el Mobile World Congress, que se celebra estos días en Barcelona, nuevas tecnologías basadas en grafeno. Entre ellas, destaca una prótesis electrónica de retina, que se encarga de generar los impulsos eléctricos en respuesta a los estímulos procedentes del exterior. El dispositivo podría permitir recuperar parcialmente la visión a personas que han perdido la funcionalidad de las células fotosensibles de la retina.
Investigadores españoles han desarrollado una herramienta interactiva orientada a minimizar la exposición a contaminantes químicos derivados del consumo de pescado y marisco. Esta aplicación, que forma parte de un proyecto europeo, mantiene e incluso mejora la ingesta de diferentes nutrientes como los ácidos grasos.
La gestión de las zonas forestales, los cambios en el uso del suelo y el tipo de vegetación son los principales factores que determinan las emisiones de gases de efecto invernadero, como el CO2 y el metano, en ecosistemas naturales y tierras agrícolas del África Subsahariana. Así lo recoge la mayor recopilación de estudios en este ámbito realizada por un equipo internacional de investigadores, con la participación de la Universidad Politécnica de Madrid.