La erosión de los ríos suele ser un proceso lento en la Tierra, pero hasta una cuarta parte de la erosión fluvial de Marte pudo deberse a rápidas y furiosas inundaciones producidas al desbordarse sus lagos. El agua desbocada esculpió profundos abismos y movió grandes cantidades de sedimentos, según un nuevo estudio del planeta rojo.
Aunque en la Tierra se han borrado sus huellas por la erosión, hace unos 800 millones de años se produjo un bombardeo de meteoritos con una masa total unas 30 a 60 veces mayor que la del asteroide que acabó con los dinosaurios. Investigadores japoneses lo han deducido tras analizar 59 cráteres lunares con la sonda Kaguya y usar datos de las misiones Apolo.
El asteroide que cayó en la Península de Yucatán en México hace 66 millones de años provocó un cráter de 180 km de diámetro y un evento de extinción a final del Cretácico. La vida de los organismos del fondo marino del cráter recuperó su abundancia y diversidad en tan ‘solo’ 700.000 años, según un nuevo estudio. La productividad biológica fue clave en el proceso.
Científicos de la Universidad de Curtin en Australia han descubierto que el primer impacto que se conoce de un asteroide, que formó el cráter Yarrabubba, ocurrió al oeste de Australia hace 2.229 millones de años, coincidiendo con el final de una glaciación global conocida como ‘Tierra bola de nieve’.
Hace 65 millones de años, el impacto de un asteroide en la Tierra desencadenó incendios forestales y un tsunami, y expulsó tanto azufre a la atmósfera que bloqueó la luz del Sol. Esto explica en parte la extinción del 75 % de la vida en ese momento. El análisis de rocas extraídas de la zona central del cráter Chicxulub en México confirma estas teorías y revela la ausencia de azufre en algunas de las muestras.
La revista Science ha elegido las investigaciones más importantes de los últimos doce meses. Las técnicas de secuenciación de ARN, el hallazgo de un gigantesco cráter en Groenlandia y los restos de un probable cruce entre neandertal y denisovano encabezan la lista. También tiene un puesto destacado el trabajo que están haciendo algunas instituciones para acabar con el sexismo en la ciencia.
Un gigantesco cráter de 31 km de diámetro, tan grande como el área metropolitana de Madrid, se oculta bajo un glaciar de Groenlandia. Los científicos que lo han descubierto estiman que el meteorito que lo produjo pudo impactar hace entre tres millones de años y tan solo 12.000 años. Quizá nuestros antepasados no vieron la colisión, pero pudieron sentir sus consecuencias climáticas.
En la Luna se localiza la cuenca Oriental, apenas visible desde la Tierra, una de los más jóvenes y mejor conservadas de todo el sistema solar. Se formó hace 3.800 millones de años tras el impacto de un objeto de 64 km de diámetro. Los movimientos geológicos posteriores han borrado el cráter inicial y han creado tres anillos, según se ha comprobado ahora con los datos de la misión GRAIL.
Cráter tras el impacto de un meteorito la noche del sábado en una zona despoblada en Managua (Nicaragua). / Efe
Pilotos rusos han descubierto una enorme y profunda fosa al sobrevolar la península de Yamal, al noroeste de Siberia. Los científicos ya viajan hacia la zona para aclarar si esta estructura geológica está relacionada con procesos periglaciares, liberación de gas o un posible meteorito, aunque descartan las teorías sobre ovnis o pruebas armamentísticas que circulan por internet.