Este coloso, denominado Lokiceratops rangiformis, medía unos 6,7 metros de largo y pesaba cerca de 5 toneladas. Pertenece a los ceratópsidos, un grupo que evolucionó hace unos 92 millones de años, y es una de las especies con cornamenta más grande y ornamentada jamás encontrada.
Durante mucho tiempo los paleontólogos han supuesto que las estructuras ornamentales óseas que aparecen sobre las cabezas fósiles de algunas especies de dinosaurios, como los protoceratops, les permitían mostrar estatus social y crear atracción sexual. Ahora, un equipo de científicos británicos confirma por primera vez que cuernos y crestas en la cabeza les ayudaban a encontrar pareja.
Según una investigación publicada hoy en PLOS Biology, los machos tienden a desentenderse de sus crías si piensan que su pareja les ha sido infieles. Un comportamiento así plantea sus riesgos porque podrían estar abandonando a su propia descendencia.
Paleontólogos del Museo de Historia Natural de la Universidad de Utah (EE UU) han presentado hoy a Coahuilaceratops magnacuerna, una nueva especie de dinosaurio descubierta en México en 2003 y que tiene los cuernos más grandes nunca vistos en otras especies de dinosaurio. La Indiana University Press publica la semana que viene los resultados en un monográfico.
Representación artística de la cabeza del Coahuilaceratops magnacuerna (del topónimo de Cohauila, y del griego kéras/κέρας ="cuerno", y -ōps/-ωψ ="cara") es un género de dinosaurio representado por una sola especie de dinosaurio ceratópsido, que vivió en el Cretácico Superior hace unos 72 millones de años en el Campaniano, en lo que hoy es México.