Durante mucho tiempo los paleontólogos han supuesto que las estructuras ornamentales óseas que aparecen sobre las cabezas fósiles de algunas especies de dinosaurios, como los protoceratops, les permitían mostrar estatus social y crear atracción sexual. Ahora, un equipo de científicos británicos confirma por primera vez que cuernos y crestas en la cabeza les ayudaban a encontrar pareja.
Los protoceratops –que significa ‘primera cara con cuernos’– tenían un tamaño similar a las ovejas y medían unos dos metros de longitud. Pero su principal característica era una gran gola ósea en la parte posterior de la cabeza y el cuello. Estas estructuras ornamentales en los dinosaurios se usaban como demostración sexual y para reafirmar un estatus social. Así lo confirman ahora científicos de la Queen Mary University of London (Reino Unido).
El estudio, publicado en la revista Palaeontologia Electronica, une por primera vez la función anatómica de los cuernos y las crestas con la selección sexual de los dinosaurios. Los análisis realizados en este género revelan que los ejemplares jóvenes no poseían una gola ósea en la cabeza, pero que esta crecía repentinamente cuando los animales alcanzaban la madurez.
A partir del estudio de los fósiles de crías y adultos de la especie Protoceratops andrewsi, el equipo de investigadores demuestra que los individuos maduros tenían una gola desproporcionadamente grande respecto a su tamaño. Así la estructura ornamental pudo ayudarles a atraer a posibles parejas al exhibir sus mejores atributos o a reafirmar la posición más dominante en las interacciones sociales.
Durante mucho tiempo los paleontólogos han supuesto que estos extraños rasgos que caracterizaban a ciertos grupos de dinosaurios estaban relacionados con demostraciones sexuales y predominio social pero hasta ahora esto ha sido muy difícil de demostrar.
“El patrón de crecimiento observado en la gola de los protoceratops encaja con las estructuras de numerosas especies actuales y forma un patrón coherente de desarrollo hasta la edad adulta”, señala David Hone, investigador en la Escuela de Ciencias Biológicas y Químicas de la universidad británica y uno de los autores del trabajo.
Estructuras que crecen con la edad
Para llegar a estas conclusiones, los científicos evaluaron los cambios de longitud y anchura que se produjeron en la gola ósea a lo largo de cuatro estadios: crías, animales jóvenes, casi adultos y adultos. Los análisis de 37 especímenes de protoceratops, hallados en el desierto del Gobi (entre China y Mongolia), muestran que la estructura ornamental no solo cambió de tamaño sino también de forma, ensanchándose a medida que el dinosaurio envejecía.
“La selección sexual no se explica solo a través de las características más impresionantes, raras y bellas del reino animal, también parece desempeñar un papel determinante en cómo surgen las nuevas especies”, recalca Rob Knell, otro de los autores e investigador en la misma universidad. Sin embargo, cada vez más evidencias apuntan a que también tuvo efectos en las tasas de extinción y en los modos en los que los animales se adaptaron a entornos cambiantes.
Referencia bibliográfica:
David Hone, Dylan Wood, Rob Knell. “Positive allometry for exaggerated structures in the ceraopsian dinosaur Protoceratops andrewsi supports socio-sexual signaling” Palaeontologia Electronica 14 de enero de 2016