Durante mucho tiempo los paleontólogos han supuesto que las estructuras ornamentales óseas que aparecen sobre las cabezas fósiles de algunas especies de dinosaurios, como los protoceratops, les permitían mostrar estatus social y crear atracción sexual. Ahora, un equipo de científicos británicos confirma por primera vez que cuernos y crestas en la cabeza les ayudaban a encontrar pareja.