Esa es una de las preguntas que ha planteado la Fundación BBVA en una encuesta internacional sobre cultura científica. Albert Einstein es citado en primer lugar, seguido de lejos por Isaac Newton, Marie Curie, Nikola Tesla y Thomas Alva Edison. Entre los encuestados españoles, solo el 8 % menciona a Santiago Ramón y Cajal.
La ceremonia de entrega de la segunda edición de estos Premios y Ayudas, celebrada este lunes en Madrid, reunió a premiados y personalidades que coincidieron en destacar la importancia de la cultura científica para la toma de decisiones ante los grandes retos del presente.
Comunicar ciencia es una oportunidad emocionante, sin duda. Pero algunos están preparados y otros no. Desgraciadamente, sigue estando muy extendida la creencia de que la comunicación científica es fácil y que la puede improvisar cualquiera que sepa de algún contenido específico, sin molestarse en entender los otros términos de la ecuación: los medios de comunicación y el público.
Reproducimos un texto muy personal del sociólogo de la ciencia Massimiano Bucchi.
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Cultura Científica para reivindicar el acceso a un conocimiento que nos permite emocionarnos y aprender; para reclamar el derecho a beneficiarnos de sus resultados, y también para decidir cómo queremos utilizar esta poderosa herramienta que es la ciencia.
La Convocatoria de Ayudas para el fomento de la Cultura Científica, Tecnológica y de la Innovación de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) tendrá un presupuesto de 4,5 millones de euros para 2022, el mayor desde 2007. Así lo ha anunciado la titular de Ciencia, Diana Morant, en el transcurso de un debate celebrado en la Feria del Libro de Madrid.
Este catedrático de Física y de Historia de la Ciencia en la Universidad de Harvard ha recibido el galardón “por sus numerosas y seminales contribuciones a la historia de la ciencia de los siglos XIX y XX, en las que ha mostrado una sensibilidad especial a los contextos culturales, filosóficos, sociológicos y de diferencias de género”, según el jurado del premio.
¿Cómo a partir de una sola célula puede llegar a formarse un ser humano? Este sigue siendo uno de los grandes misterios de la ciencia. A desentrañarlo dedica buena parte de sus energías Ángela Nieto, investigadora en el Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Miguel Hernández de Elche. Las largas jornadas en el laboratorio le llevaron a descubrir, hace ya más de 20 años, unos genes que tienen un papel esencial en este proceso.
Tras analizar el contenido de tres periódicos digitales españoles de información general en el periodo comprendido entre 2002 y 2011, investigadores del Instituto de Estudios de la Ciencia y la Tecnología de la Universidad de Salamanca han comprobado que entre 6% y el 7% de sus informaciones están relacionadas con la ciencia y la tecnología. Según los autores, este hecho indica una cierta madurez en la cultura científica del país.
Cuando conoció a Daniela, una niña con una tetraplejia causada por un accidente de tráfico, Elena García Armada dio un giro a su carrera investigadora. Ingeniera Industrial en el Centro de Automática y Robótica (CSIC-UPM), Elena aparcó el diseño de robots orientados a la industria y centró su trabajo en la fabricación de dispositivos concebidos para facilitar la vida a determinados colectivos. Hoy esta investigadora dirige el equipo pionero en fabricar un exoesqueleto biónico que permita andar a niños sin movilidad en las piernas, aunque requiere financiación. Recientemente ha publicado el libro Robots. Al servicio del ser humano.
Después de trabajar seis años en la ONU, en Nueva York, Teresa Castro regresó a España para continuar con su carrera investigadora en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) del CSIC. Allí se dedica a estudiar la demografía de la familia, un área en la que las bajas tasas de natalidad y el envejecimiento de los países desarrollados centran buena parte de las investigaciones. Ella y otros investigadores han analizado estas cuestiones en El déficit de natalidad en Europa. La singularidad del caso español, un libro que aúna rigor científico y afán divulgativo para explicar fenómenos determinantes para las sociedades desarrolladas.