Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad Autónoma de Barcelona han identificado en Lleida huevos de dinosaurio con una característica única: tienen forma ovoide. El descubrimiento representa una prueba a favor de la hipótesis de que los pájaros y los dinosaurios del Cretácico podrían haber tenido un ancestro común.
Todavía no se conocía un ejemplar de megalosaurio emplumado, hasta que ahora un equipo alemán ha analizado los restos fósiles de un ejemplar, llamado Sciurumimus, que vivió durante el Jurásico Superior, y que, probablemente, poseyó protoplumas muy sencillas, como finos pelos. El hallazgo sugiere que todos los dinosaurios pudieron tener plumaje.
Paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis han descubierto los restos fósiles de la cabeza de Turiasaurus riodevensis, el dinosaurio más grande de Europa, encontrado en Teruel en 2003. El hallazgo de los huesos del cráneo, una de las piezas más esperadas y relevantes, completa así el esqueleto del dinosaurio.
El grupo de investigación aragonés que lleva el nombre del dinosaurio 'Aragosaurus ischiaticus', hallado hace 25 años en Teruel, revela ahora que era 15 millones de años más joven de lo que se pensaba. Esta nueva datación le convertiría en el ancestro de los Titanosauriformes, grupo en el que se incluyen los dinosaurios más grandes que existieron.
Un estudio de la Universidad de Yale cierra el debate sobre la desaparición de los pájaros hace millones de años. Según los autores del trabajo, publicado hoy en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), el meteorito que exterminó a los dinosaurios hace 65 millones de años también eliminó de manera casi completa a las aves.
Los saurópodos, los mayores dinosaurios terrestres, tenían una temperatura corporal de entre 36 ºC y 38 ºC, cifras semejantes a las que registran los mamíferos modernos. El análisis de isótopos de los dientes fósiles de estos animales plantea si los saurópodos podrían haber sido de sangre caliente.
Una investigación estadounidense, que se publica hoy en la revista Science, demuestra que algunos dinosaurios y reptiles del Mesozoico (hace unos 250 millones de años) podían ver en la oscuridad y mantenerse activos durante la noche. Estos resultados contradicen la creencia de que estos animales sólo actuaban de día debido a restricciones energéticas.