¿Le gustaría mandar un mensaje al espacio exterior? Ahora puede hacer realidad su deseo gracias al proyecto cultural A Simple Response to an Elemental Message, que desde el próximo otoño se encargará de enviar las opiniones sobre el futuro del planeta propuestas por personas de todo el mundo.
Astrónomos belgas han rendido homenaje al legendario músico David Bowie y le han puesto su nombre a un grupo de siete estrellas, visualmente cercanas a Marte. Su forma se parece al rayo pintado sobre el rostro del artista en la portada de su disco Aladdin Sane. Aunque los promotores de la idea la han anunciado como una constelación, se trata realmente de un asterismo.
Ilustración de la supernova superluminosa ASASSN-15lh vista desde un exoplaneta situado a unos 10.000 años luz de distancia en su galaxia anfitriona. / Beijing Planetarium/Jin Ma
La explosión estelar o supernova ASASSN-15lh, que estalló a 3.800 millones de años luz de la Tierra, ha pulverizado el récord de luminosidad observado hasta ahora en este tipo de objetos. Durante su pico de intensidad llegó a brillar 570.000 millones de veces más que el Sol. Se desconoce qué misteriosa fuente de energía es capaz de desencadenar una explosión tan colosal.
Con un telescopio sencillo de 20 centímetros de diámetro se pueden detectar los cambios de luz que producen algunos agujeros negros cuando, de vez en cuando, emiten enormes cantidades de energía. Lo ha demostrado un equipo internacional de astrofísicos al observar V404 Cygni, un sistema binario de estrella y agujero negro que ‘despertó’ el año pasado en la constelación del Cisne.
Cervantes ya es una estrella y los personajes del Quijote sus planetas. / Estrellacervantes.es
Desde ahora, Cervantes dará nombre a la lejana estrella μ Arae, y Quijote, Rocinante, Sancho y Dulcinea serán sus cuatro planetas. Esta propuesta de la Sociedad Española de Astronomía y el Planetario de Pamplona ha ganado en el concurso internacional NameExoWorlds organizado por la Unión Astronómica Internacional (IAU). Hay otro vencedor español: un planeta se llamará Hypatia, como la asociación cultural de la facultad de Física de la Universidad Complutense de Madrid.
Cuando nació nuestra galaxia, hace unos 13.000 millones de años, surgieron multitud de cúmulos con millones de estrellas, pero con el paso del tiempo han ido desapareciendo. Sin embargo, ocultos tras otras estrellas más jóvenes que se han formado después, todavía sobreviven algunos viejos y moribundos cúmulos estelares, como el denominado E 3. Astrónomos europeos han estudiado ahora a este testigo de los comienzos de nuestra galaxia.
Mientras cartografiaban un tipo de estrellas que varían de brillo, llamadas cefeidas, un equipo de astrónomos ha encontrado un disco de estrellas jóvenes ocultas tras las gruesas nubes de polvo que rodean el corazón de nuestra galaxia. Hasta ahora no se sabía que la Vía Láctea tuviera este componente estelar.
Ilustración de las estrellas del sistema binario de contacto más masivo y caliente. / ESO/L. Calçada