Un grupo de científicos ha podido recuperar este mes de septiembre una red de pesca abandonada dentro de la Reserva Marina de las Islas Medes en Girona, en el marco del proyecto Evitemos la pesca fantasma para proteger los fondos marinos. El arte de cerco medía 200 metros de largo y tenía un peso considerable, por lo que su retirada, tras liberar a las especies enredadas en ella, se produjo en dos fases con ayuda de globos de aire.
El pálido color de su piel le ha valido el nombre de serpiente fantasma, pero también ha contribuido a ello su comportamiento esquivo y huidizo. La serpiente Madagascarophis lolo –“fantasma” en malgache, el idioma local–, protagonista de #Cienciaalobestia, es activa sobre todo durante la noche como sus parientes, pero ha sido hallada lejos de donde viven las de su género en Madagascar.
El pasado 12 de junio, investigadores de la Universidad de Barcelona, a bordo del barco Freuetó, iniciaron en el puerto de L'Estartit (Cataluña) una campaña de recuperación de redes de pesca –tanto deportivas como artesanales– perdidas y enrocadas en los fondos marinos. Su objetivo es evitar que causen un grave impacto ambiental sobre los ecosistemas marinos.
En Suiza, un equipo de investigadores han creado un robot con el que han logrado reproducir ilusiones fantasmales en el laboratorio al crear confusión en las señales que recibe el cerebro. Su trabajo explica un fenómeno que es común a muchas culturas y, aunque quizá no logre convencer a quienes creen en estas apariciones, será útil en el estudio de la esquizofrenia.