Investigadores de la Universidad de Salamanca han hallado que el parásito Dirofilaria immitis, un gusano de la familia de las filarias, no sólo afecta al sistema cardiovascular y pulmonar de animales como el perro y el gato, sino también al sistema renal y que, además, cuando se encuentra en esta fase es un indicador de que la enfermedad, conocida como dirofilariosis, está ya en una fase aguda, con lo cual, los tratamientos tienen que ser distintos.