Para explicar el tamaño relativamente grande del cerebro humano se ha planteado que podría ser una respuesta a las relaciones sociales. Pero ahora un nuevo estudio apunta que los factores ecológicos, como la búsqueda y procesamiento de alimentos, tuvieron un papel más importante en la evolución y crecimiento de nuestro cerebro.
Unos 3,7 millones de kilómetros cuadrados, una superficie equivalente a dos veces el estado de Alaska o un poco más la de la India, se encuentran bajo intensa presión humana debido a la construcción de carreteras, la agricultura y la urbanización, entre otros. Pero no se trata de un territorio cualquiera, sino de áreas protegidas. Un nuevo estudio señala que esta es una de las principales razones del catastrófico declive de la biodiversidad.
Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha descubierto las evidencias más antiguas del poblamiento humano en Filipinas en el yacimiento arqueológico de Kalinga en la Isla de Luzón. Esta primera ocupación, datada en 709.000 años y anterior a la presencia del Homo sapiens, es diez veces más antigua de lo que se pensaba hasta ahora. El hallazgo plantea nuevas preguntas sobre la colonización de estas islas: ¿Estos homínidos dominaban la navegación o llegaron de forma accidental?
Con un sutil movimiento de cejas, las personas somos capaces de expresar simpatía, confianza o reconocimiento. Hasta ahora se les había otorgado una función protectora, pero investigadores de Canadá acaban de desmontar esa hipótesis. Según su nuevo estudio, de indicar agresividad pasaron a servir como una herramienta de comunicación vital para la cooperación social.
Hasta ahora poco se sabía sobre las interacciones de los primeros humanos modernos con los neandertales que vivieron justo antes de desaparecer. La secuenciación de los genomas de cinco de los últimos neandertales arroja ahora luz sobre su diversidad genética y revela que la población que se mezcló con nuestros ancestros surgió hace entre 150.000 y 90.000 años.
A lo largo de su historia, el Homo sapiens se mezcló con otras especies o grupos de humanos como los neandertales y los denisovanos. Prueba de ello es que algunos pueblos de Oceanía tienen en la actualidad cerca de un 5% de ADN denisovano. Pero no son los únicos. Un nuevo estudio revela que los habitantes del este asiático tuvieron su propio cruce con estos humanos arcaicos de los que aún sabemos muy poco.
Comparado con el de los humanos y otros mamíferos, el repertorio vocal de los primates es limitado y presenta tan solo una ligera modificación acústica durante su desarrollo. Sin embargo, un estudio muestra que la lista sonora al llamar a cualquiera de los miembros del grupo al que pertenece, e incluso a especies diferentes, es más flexible y depende tanto del contexto como de la relación entre los individuos.
Desde muy pequeños, los bebés humanos muestran de forma natural una fuerte preferencia por las personas que son más amables y colaborativas. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de los bonobos, uno de los parientes más cercanos de los humanos, protagonistas del #CienciaaloBestia de esta semana. Un estudio de la Universidad de Duke (EE UU) demuestra que prefieren a un idiota que a alguien gentil.
Investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, en Burgos, han analizado la influencia de las proporciones corporales en el coste de la locomoción. Los resultados indican que la marcha de los homininos extintos no era menos eficiente energéticamente que la de los humanos actuales.
El análisis del genoma de una mujer neandertal –el segundo más completo hasta la fecha–, hallada en la cueva croata de Vindija, revela que los humanos modernos no africanos comparten entre el 1,8 y el 2,6% de ADN neandertal, un porcentaje mayor del estimado anteriormente. Los datos también demuestran que de los neandertales heredamos enfermedades como la esquizofrenia, la artritis reumatoide o los trastornos alimentarios, pero también los bajos niveles de colesterol que nos protegen de problemas cardíacos.