Científicos del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford y Museo Geominero de España han descrito una nueva especie de insecto, denominada Aragomantispa lacerata, de 105 millones de años. El fósil, parecido a una mantis, se halló en el yacimiento de ámbar turolense de San Just y es clave para entender la evolución de las patas raptoras.
Un investigador del Museo de Historia Natural de Cleveland (EE UU) ha identificado 19 nuevas especies de mantis religiosas arborícolas en el centro y sur de América. En general son muy activas y rompen con la imagen tradicional del insecto quieto y al acecho. También presentan comportamientos curiosos como huir detrás de las ramas y hacerse pasar por cadáveres.
La mayoría de los animales tienen en sus ojos entre dos y cuatro fotorreceptores para distinguir los colores. Los estomatópodos (Stomatopoda) o gambas mantis son los únicos seres vivos que tienen doce. Un equipo de investigadores ha resuelto parte del misterio de su peculiar sistema de visión: no les permite distinguir mejor los colores que al resto; sin embargo, su forma de codificarlos les da ventajas a la hora aparearse o reconocer el peligro.
Una gamba mantis lanza a un pez. / Roy Caldwell. Universidad de Queensland (Australia).
Ejemplar de Odontodactylus scyllarus hembra. / Roy Caldwell.