Las víctimas fueron cinco adultos y cuatro niños, según los huesos hallados en una cueva de la Alta Ribagorza aragonesa. No se conoce la identidad de los atacantes, pero los restos revelan que asesinaron con extrema violencia a los familiares de los pastores del Neolítico por disputas territoriales o robo de ganado o de mujeres.
Un equipo de científicos ha encontrado en Nataruk (Kenia) los vestigios de una verdadera batalla campal entre dos grupos de humanos que vivieron hace unos 10.000 años. Los huesos presentan signos de golpes, roturas y heridas de flecha. Los investigadores creen que es el caso de violencia organizada más antiguo que se ha registrado científicamente, un precursor de lo que hoy llamamos ‘guerra’.