Libélula Calopteryx splendens en la cuenca mediterránea.
La libélula Leucorrhinia pectoralis.
Por primera vez desde el siglo XV se ha registrado el nacimiento de una cría de foca monje en una playa de la reserva marítimo-terrestre de la península de Cabo Blanco (Mauritania). El acontecimiento, que se produjo la semana pasada, es de gran importancia para la conservación de la especie de la que, hasta el momento, sólo se tenían registros de alumbramientos en cuevas de la costa.
La última evaluación de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) demuestra que más del 15% de los mamíferos del Mediterráneo están amenazados de extinción a nivel regional. El estudio, que ha evaluado por primera vez la situación de 320 mamíferos de la región (salvo ballenas y delfines), estima que el 3% están en peligro crítico de extinción, el 5% en peligro, y el 8% son vulnerables.
El lince ibérico (Lynx pardinus) está en peligro crítico de extinción en España.
Según el estudio que acaba de publicar un equipo de investigadores del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña, la maduración de los bosques a escala regional afecta los cambios de distribución de las especies de aves, mientras que los incendios inciden positivamente en especies que están desapareciendo en otras regiones europeas.
Un equipo internacional de investigadores ha estudiado los fósiles de las algas coralinas que vivieron en los últimos arrecifes de coral del Mar Mediterráneo, hace entre 7,24 y 5,3 millones de años. Las algas y los arrecifes de coral del Mediterráneo empezaron a parecerse a las actuales con la separación del Mediterráneo y el Océano Índico, y el enfriamiento de la Tierra hace 15 y 20 millones de años respectivamente.
Algas coralinas en la actualidad en el Cabo de Gata (Mar Mediterráneo).
Investigadores catalanes han analizado las nueve cuencas fluviales de Cataluña que desembocan en el Mediterráneo, y han analizado sus características geomorfológicas, climáticas, hidrológicas, de uso del suelo y de sedimentos. La investigación apunta que su descarga sedimentaria al mar ha disminuido en las últimas décadas por la urbanización en las cuencas fluviales, las extracciones de agua, y la retención de los embalses.