Hasta ahora se había conseguido por separado el entrelazamiento de memorias cuánticas y el almacenamiento de fotones dentro, pero investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas han conseguido todo a la vez: mantener durante 25 microsegundos un fotón, en estado de superposición cuántica, en dos dispositivos separados a 10 m de distancia. La técnica es compatible con la red de telecomunicaciones actual y ayudará al desarrollo de los repetidores cuánticos.