Investigadores españoles e italianos han comprobado que cuando se añade miel de madroño, un producto típico de áreas mediterráneas, a células de cáncer de colon cultivadas en el laboratorio, se logra frenar su multiplicación. Los autores esperan que estos prometedores resultados y el potencial antitumoral de este alimento se confirme en modelos in vivo.
Miembros de un equipo de investigación de la Universidad de Cádiz han desarrollado un método para analizar los posibles aditivos incluidos en el edulcorante natural, uno de los diez alimentos más adulterados del mercado. Los resultados obtenidos demuestran que la aplicación de este modelo de selección podría ser una herramienta útil para un análisis de calidad en laboratorios de rutina.
La miel es uno de los productos más susceptibles de manipular y, desde hace años, la Comisión Europea viene fomentando el desarrollo de métodos analíticos rápidos que ayuden a diferenciar un producto puro de otro adulterado. Ahora investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han desarrollado una lengua electrónica capaz de discriminar mieles adulteradas de forma sencilla, rápida y barata.
Investigadores de la Estación Biológica de Doñana han comprobado que las abejas utilizadas como polinizadores en cultivos rivalizan con las que viven en su entorno natural por los recursos disponibles. Esta lucha puede llevar a una reducción de las comunidades de abejas silvestres y afectar a la capacidad reproductiva de ciertas especies de plantas. Andalucía es la comunidad con mayor diversidad de abejas, por lo que se considera un ‘punto caliente’ debido al riesgo de extinción.
El tipo de abeja de la miel en el que se convertirá una larva, reina u obrera, depende del contenido de microARN de ciertas plantas en su dieta. Esta es la principal conclusión de estudio de investigadores chinos, que han descubierto que determinados ácidos ribonucleicos retrasan el crecimiento de estos insectos y mantienen inactivos los óvulos de las hembras.
Perros, halcones o cormoranes son algunos de los animales que los seres humanos entrenan para prestar algún servicio. Pero no son los únicos que lo hacen incluso sin adiestramiento y en estado salvaje. Un equipo de científicos confirma un excepcional caso de mutualismo y revela que en los bosques de Mozambique un pequeño pájaro responde a las llamadas de los habitantes de la tribu Yao y los guía en busca de miel y cera de abeja en beneficio de ambas especies.
Investigadores de las universidades de Salamanca y Vigo han desarrollado un método para identificar los componentes antioxidantes de la miel más rápido, barato y eficiente que los empleados en la actualidad. Han analizado mieles de Galicia con técnicas de espectroscopía de infrarrojo cercano.
Las mieles de una misma zona geográfica, aunque procedan de plantas distintas, se puden diferenciar por su contenido en cinco elementos: calcio, sodio, potasio, magnesio y cinc. Así lo han comprobado investigadores de la UNED al analizar la miel de Granada, catalogada con la 'denominación de origen protegida'.
Científicos de la Universidad de Granada han empleado dos novedosas técnicas, la electroforesis capilar y la cromatografía líquida de alta resolución, que les han permitido identificar y cuantificar gran parte de los compuestos fenólicos de estos alimentos. Estos compuestos poseen un efecto quimioprotector en seres humanos y una gran influencia en la estabilidad a la oxidación que presentan los alimentos