Una tesis realizada en el Instituto de Biomedicina de León a punto de ser presentada ha encontrado efectos antiinflamatorios de la hormona melatonina en el músculo cardiaco si se administra antes de la realización de un ejercicio físico intenso. Es la primera vez que el Ibiomed halla características beneficiosas para el miocardio de esta molécula, producida en la glándula pineal. Hasta ahora, la investigación había girado en torno a las propiedades antiinflamatorias en los músculos esqueléticos, esto es, en aquellos que mueven el organismo, y no sobre los cardiacos, cuya función fundamental es el bombeo de la sangre.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han demostrado que la isquemia miocárdica (la disminución del riego sanguíneo, y por tanto del oxígeno, que llega al corazón) desencadena una respuesta inflamatoria aguda tanto a nivel cardiaco como sistémico. Dado que la inflamación es un indicador de futuros problemas cardiovasculares, los resultados del estudio, publicado en Journal of Thrombosis and Haemostasis, refuerzan la necesidad de diseñar estrategias farmacológicas destinadas a reducir la respuesta inflamatoria tras un infarto.
El uso de pruebas de detección de fácil aplicación, como el índice tobillo-brazo (ITB), junto con otros sistemas para predecir el riesgo más tradicionales, como la Puntuación de riesgo de Framingham, permite evitar infartos de miocardio en miles de personas sin riesgo previo. El ITB identifica a los pacientes con arteriopatía periférica con alto riesgo cardiovascular no identificado.