Casi 2 millones de bebés nacen muertos cada año, es decir, 1 cada 16 segundos, según las primeras estimaciones conjuntas de UNICEF, la OMS y la ONU. Además, las interrupciones de los servicios de salud relacionadas con la covid-19 podrían empeorar la situación, añadiendo potencialmente cerca de 200.000 fallecimientos más en un período de 12 meses.