A partir de 2026 se rechazarán los nombres científicos de plantas, algas y hongos con connotaciones insultantes, pero esta medida, salvo alguna excepción, no se aplicará de forma retroactiva para evitar un ingente trabajo de revisión. Tampoco se permitirán términos con menos de dos letras o más de 30. Son algunas de las propuestas aprobadas por la Sección de Nomenclatura en el marco del reciente Congreso Internacional de Botánica celebrado en la capital de España.
El sistema actual de clasificación de organismos unicelulares solo acepta que se nombren nuevas especies de bacterias y arqueas si al menos uno de sus representantes ha crecido en el laboratorio en forma de monocultivo y si son accesibles para la comunidad científica. Este problemático requisito para los procariotas de la naturaleza es ahora rebatido en un artículo que propone un nuevo código de nomenclatura que sustituya al actual.