Una investigación desarrollada por el Grupo Aire de la Universidad de Extremadura revela el aumento de veranos calurosos con eventos de mayor duración y más intensidad con temperaturas superiores a 36 a 37 grados en esta comunidad autónoma, pero también con menos días con temperaturas suaves. El estudio estima además que los eventos calurosos, de entre 35 y 36 grados, aumentan más que las olas de calor –dos días consecutivos a más de 39 grados– en duración, intensidad y frecuencia.
A las puertas del verano las temperaturas ya están aumentando y cada vez lo harán más. El año 2015, y el mes de julio en particular, ya batió todos los récords desde que se tienen registros. Las previsiones apuntan a un incremento de las olas de calor, unidas a una mortalidad que parece pasar desapercibida pero que se lleva cada verano más de mil vidas en España.
Un estudio internacional, con participación española, ha demostrado que la ola de calor que afectó a Europa en el verano de 2010 fue más cálida e intensa que la de 2003. La investigación señala que grandes olas de calor como la de 2010 podrían volver a ocurrir a partir de 2050 e incrementar su frecuencia hacia finales de siglo como consecuencia del calentamiento global.