Tal vez los perros sean capaces de diferenciar el olor de orina, mientras que nosotros sabemos apreciar el aroma de un buen vino. Pero pese a lo que se cree, nuestro sentido del olfato es tan bueno como el de cualquier otro mamífero, ya que los humanos podemos discriminar en torno a un billón de olores diferentes, según un estudio de un neurocientífico estadounidense.
¿Se puede predecir el olor a ajo o 'a quemado' de un producto? Un grupo internacional de científicos lo ha logrado mediante un modelo que permite saber con antelación el aroma que percibirán varios voluntarios tras oler frascos con moléculas. Los resultados se pueden aplicar en la industria del perfume y alimentaria para, por ejemplo, crear moléculas con olores personalizados.
Gracias a su extraordinario olfato, los perros son capaces de detectar drogas, personas desaparecidas, sospechosos de un crimen y material combustible. Pero también pueden contribuir a la ciencia al identificar compuestos procedentes del metabolismo de células cancerígenas en muestras de orina. Un equipo del Hospital La Fe de Valencia trabaja junto a un grupo de perros, protagonistas de #Cienciaalobestia, para mejorar los métodos de diagnóstico prematuro del cáncer de próstata.
Tiburón leopardo (Triakis semifasciata) seguido durante el estudio. / Kyle McBurnie
Poco se sabe sobre cómo los tiburones son capaces de trazar caminos rectos entre lugares distantes en el océano. Un nuevo estudio de investigadores estadounidenses apunta que el olfato puede contribuir a la navegación de los escualos, probablemente por su capacidad para detectar cambios químicos en el agua.
¿Alguna vez te has preguntado qué piensa tu perro? No eres el único. Para responder a esta pregunta unos 500 ciudadanos de todo el mundo han aportado datos a un estudio acerca de lo que sucede en el interior de la mente de sus mascotas y han contribuido a confirmar, entre otros hallazgos, que sus amigos caninos confían a veces más en su memoria que en su olfato.
La investigación que durante años ha realizado el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCYL) de la Universidad de Salamanca sobre el sistema olfativo en roedores sirve ahora de base para el desarrollo tecnológico de narices electrónicas, dispositivos cada vez más importantes para diversas industrias. Además, los conocimientos adquiridos en los modelos animales también son la antesala de estudios clínicos que comienzan a realizarse en Salamanca.
Científicos estadounidenses han establecido diez dimensiones mínimas en las que se pueden organizar los olores gracias al análisis estadístico de una base de datos de descripciones olfativas. Entre las categorías identificadas se encuentran los olores a quemado, floral, nauseabundo o químico.
Los mamíferos pueden ver y oír en estéreo, ¿pero también oler? Un nuevo estudio prueba que los topos, mediante los orificios de la nariz, reciben señales bilaterales esenciales para detectar y localizar los olores.