El virus del zika es una emergencia internacional de salud pública y el mosquito que lo transporta coloniza cada vez más territorios. Este pequeño viajero, que tiene sus mejores aliados en los desplazamientos humanos y el cambio climático, lleva siglos especializándose en picar a nuestra especie. Brasil ha puesto en marcha al ejército contra él. Los científicos buscan soluciones más sofisticadas, como liberar ejemplares estériles, infectarlos con bacterias o manipularlos genéticamente.
La Organización Mundial de la Salud ha declarado la actual epidemia por el virus del Zika como “emergencia de salud pública de importancia internacional” debido, fundamentalmente, al conglomerado de casos de microcefalia y otros trastornos neurológicos notificados, en gran medida, en Brasil. En el caso de las embarazadas infectadas, se requiere un control ginecológico y obstétrico adecuado para determinar la aparición de posibles malformaciones en el feto. En este contexto, la necesidad de inversión en investigación en agentes infecciosos emergentes es apremiante.
La decisión de dar teta o biberón es una de las que más inquietan a las madres recientes. Una opción personal se ha convertido en objeto de un debate social donde se cruzan razones científicas con modelos de crianza y conciliación. Mientras unos acusan a las que no amamantan por privar a sus bebés de una fuente de salud y apego, otros murmuran cuando un niño con dientes baja el sostén a su madre. Hoy nadie duda de los efectos positivos de la lactancia materna; sin embargo, algunos estudios cuestionan sus propiedades protectoras a largo plazo.
La expansión del virus del Zika y su posible relación con el inusitado brote de casos de microcefalia en recién nacidos ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a declarar un estado de emergencia internacional. Esteban Domingo (Barcelona, 1943), miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas y expresidente de la Sociedad Española de Virología, habla con Sinc sobre este patógeno ya presente en 23 países de Latinoamérica.
La Organización Mundial de la Salud ha acogido en Ginebra una sesión informativa sobre el zika en la que ha comunicado la creación de un comité de emergencia sanitaria sobre el virus. Solo un día antes, un grupo de expertos se quejaba en la revista médica JAMA de la falta de actuación de la institución.
Infografía del informe sobre obesidad infantil de la OMS. / Efe
Como ya ocurrió con la crisis sanitaria del ébola, la Organización Mundial de la Salud ha publicado una declaración sobre la trasmisión y prevención del zika. Este virus causa fiebre leve, sarpullido, dolor de cabeza y articulaciones, malestar y conjuntivitis no purulenta entre dos a siete días después de la picadura del mosquito vector, de la familia Aedes. Brasil permanece en alerta por las sospechas de que este virus esté relacionado con los más de 3.500 de microcefalias en bebés nacidos en los últimos meses.