Por internet circulan vídeos en los que saltan chispas entre dos mitades de uva cuando se calientan juntas en un microondas. Ahora científicos canadienses han descubierto que el fenómeno se produce por acumulación de energía electromagnética en puntos de calor que surgen entre los dos elementos, ya sean uvas enteras o cápsulas de hidrogel, dando como resultado una llamarada de plasma.
La exposición a las ondas de radiofrecuencia procedentes de antenas, móviles o cualquier dispositivo inalámbrico no es perjudicial para las personas; sin embargo, el pasado mes de diciembre un tribunal español ha reconocido la hipersensibilidad electromagnética como accidente laboral. No ha sido la primera vez. Entonces, ¿qué tipo de ciencia se presenta ante los tribunales?
Investigadores de la Universidad Pública de Navarra han simulado el efecto que tienen los campos electromagnéticos sobre las personas. Su modelo permite caracterizar los fenómenos que se dan en la propagación de determinadas ondas electromagnéticas y conocer si se sobrepasan los niveles perjudiciales para la salud. Los resultados dosimétricos revelan que los sistemas de radiocomunicación no generan valores por encima del límite recomendado.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Pública de Navarra ha demostrado las diversas posibilidades de control de la luz en la frecuencia de terahercios. El trabajo, que ha merecido la portada de la revista Journal of Optics en un número especial sobre fotónica, propone diversos dispositivos capaces de redirigir las ondas electromagnéticas con eficiencias próximas al 100%.
Los humanos somos seres rítmicos. Las estaciones marcan el compás de los 365 días del año, el corazón bombea sangre por las arterias con un intervalo regular y los ritmos circadianos regulan los ciclos de sueño y vigilia. Científicos como José Luis Bardasano, investigador del departamento de Especialidades Médicas de la Universidad de Alcalá, están advirtiendo de las posibles interacciones que las ondas electromagnéticas de los dispositivos electrónicos pueden causar en nuestros ritmos biológicos.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid en colaboración con la Universidad de Zaragoza han estudiado la posibilidad de manipular ondas sonoras y concentrarlas en una única dirección.