Esta investigadora de la UIB, jefa del Grupo de Física Gravitacional, ha participado en la detección del agujero negro más masivo jamás observado hasta ahora, un hallazgo que obligará a revisar la teoría de cómo evolucionan y mueren las estrellas.
Las colaboraciones científicas Virgo y LIGO han detectado el agujero negro más masivo jamás observado a través de ondas gravitacionales, formado a partir de la colisión de otros dos. Su origen es inexplicable.
Tiene unas 2,6 veces la masa del Sol, lo que lo sitúa en el 'hueco' que hay entre las estrellas de neutrones más masivas y los agujeros negros más ligeros. Sea lo que sea, este enigmático objeto se fusionó hace 800 millones de años con un agujero negro, emitiendo una potente onda gravitacional que han detectado los observatorios Virgo en Europa y LIGO en Estados Unidos.
Las colaboraciones científicas LIGO y Virgo han anunciado que el detector de Livingston (EE UU) ha registrado ondas gravitacionales procedentes muy posiblemente de la fusión de dos estrellas de neutrones. La masa del sistema binario que causó este evento, denominado GW190425, es unas 3,4 veces mayor que la del Sol, una cantidad superior a la esperada.
El estadounidense Barry Barish recibió el galardón de la Academia Sueca en 2017, junto a Rainer Weiss y Kip Thorne, por la detección de las ondas gravitatorias. Hablamos con él durante una reciente visita a nuestro país, en la que cuenta cómo al grupo de físicos se le pasó la fecha de entrega del artículo porque no se ponían de acuerdo en una palabra.
El 26 de abril de 2019 los detectores LIGO (EE UU) y Virgo (Italia) registraron la que podría ser la primera señal observada hasta ahora de ondas gravitacionales procedentes de la colisión de un agujero negro y una estrella de neutrones. Si se confirma, sería un acontecimiento largamente esperado por los astrofísicos.
Los detectores gemelos del proyecto LIGO en Estados Unidos y el de Virgo en Europa comienzan el 1 de abril su tercer periodo de observación de ondas gravitacionales. Uno de los objetivos es encontrar las ondulaciones del espacio-tiempo procedentes de la colisión de un agujero negro y una estrella de neutrones.
Vivimos sujetos a ella y, sin embargo, aún no sabemos con precisión qué es. El nuevo libro Gravedad: Una historia de la fuerza que lo explica todo recorre la cronología de esta interacción fundamental desde Newton hasta el hallazgo de las ondas gravitacionales.
En agosto de 2017 los astrónomos observaron por primera vez ondas gravitacionales y radiación procedentes del choque de dos estrellas de neutrones. Ahora informan que de aquella colisión estelar emergió un potente chorro de material que, viajando a velocidades próximas a la de la luz, fue detectado en la Tierra con una red mundial de radiotelescopios.
Junto al anuncio de los diez científicos más relevantes de 2018, la revista Nature ha destacado otros cinco que podrían serlo en 2019. Los protagonistas son un virólogo congoleño empeñado en acabar con el ébola, una abogada que denuncia la falta de implicación de EE UU contra el cambio climático, una ingeniera india involucrada en el envío de un nuevo rover a la Luna, una astrofísica estadounidense que trata de cazar ondas gravitacionales con púlsares y una bióloga argentina que analiza la biodiversidad a escala global.